domingo, julio 16, 2006

 

No paren de correr

Nuevamente huyen los legisladores del radicalismo. Cual lo señalara con su característica elocuencia el Pastor Pingüino; “a los radicales, los corro con la Marina”.

Huyen de los brillantes, incisivos e incontrastables discursos de Cristina Pingüina, Primera Ciudadana y celosa cancerbera de los intereses pastoriles ante las decrépitas, decadentes e inútiles instituciones parlamentarias argentinas.

Con infantil candor atribuyen contradicciones a nuestra futura Pastora, ignorantes de la Lógica Ovina Nacional (y Popular) y de su infatigable lucha durante cierta parte de la Segunda Década Infame, que nos salvara de caer en las garras de Alí-Babá de Anillaco, de las corporaciones, de la sinarquía y del Imperio del Norte.

Para peor, desconocen que la forma de gobierno de un Rebaño es, por necesidad, vertical. Algo sobre lo que el Primer Pastor nos ilustrara con amplitud.

La república, con sus instituciones, sirve a nuestro Rebaño de pintoresco elemento decorativo. Nos aporta las entusiastas aclamaciones en el discurso pastoral de apertura de sesiones ordinarias y la encantadora e incesante elaboración de proyectos de expresión de beneplácito ante nuestro inexorable retorno a la vía pastoral.

¿Para qué necesitamos un parlamento si ya no hay controversias, si ya no es necesario el debate, si ya todo el Rebaño ha acordado marchar por la vida bien junto, en ruta colectiva, lana contra lana y cabeza caída?

Sólo un Pastor es necesario, a Él seguiremos confiados. Él que nos llevará de vuelta al lugar que merecemos en el concierto de las naciones.

Comments:
Concierto de naciones....Nein mein Herr,Argentina debe dominar,conquistar,aplastar al resto de las naciones,tanto las intermedias como las untermenschen.
No debe abandonar su lucha contra el capitlalismo sionista,que paradójiicamente financian al comunismo.Viva la patria y la dominación galáctica.Los instamos a unirse al Movimiento Nazi-onanista Argentino.Gracias.
 
Los liberales tienen una especie de obsesión por las palabras sin contenido. Parece que cuanto más grandilocuentes son, más absortos los dejan. República, estado de derecho, instituciones... ¿de qué sirve todo eso? Lo único que cuenta es que el pueblo sea feliz en una patria justa, libre y soberana.
 
GATAPARDA

Señor Director:

La vieja novela de Lampedusa (El Gatopardo) -que obtuvo el premio Strega- narra vivencias de príncipe y familia e hizo famosa a la frase «Algo debe cambiar para que todo siga igual»; era el reflejo de la capacidad de los sicilianos para adaptarse a los distintos gobiernos y cobra nuevamente actualidad.

Muy lejos de la puesta en escena de Claudia Cardinale (versión de cine) la consorte electa, Doña Cristina Kirchner -con seguridad por influencia popular-, nos revive el tango "Demasiado Tarde", letra de F. Trópoli ("Todo está igual, nada ha cambiado, el mismo patio...").

Si uno se guía por los anuncios del posible Gabinete, nos encontramos con protagonistas de la misma película de su esposo.

Sólo la reminiscencia de dos futbolistas escaparía a esta cuestión (Lousteau y Randazzo, apellidos de viejos jugadores), pero viene de la mano del Gobernador Bonaerense.

El modelo de 'gatopardo' está en plena vigencia, con el plus de llevar en sus espaldas el verso electoral de "El cambio está en marcha".

Hacia dónde marcha queda claro, dado que hasta las caras visibles de los funcionarios de segunda línea salen de la galera como por arte de magia con los mismos conejos.

Los escozores de una interna en potencia los ha llevado a adelantar los nombres y, en definitiva, Néstor Kirchner, entre las bambalinas, seguirá manejando los libretos.

Más que nunca ha quedado claro que los argentinos han caído en la "trampa" de una reelección.

Salvo, por supuesto, el cambio de Gatopardo a Gataparda.

Saludos


Lic.Francisco Scolaro
www.scolaro.blogspot.com
 
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