viernes, agosto 05, 2005
Supervillanos bonairenses
Los detalles de la conspiración se dejan ver, el rompecabezas adquiere forma. Buscan cortarle las alas y atarle el pico al Pingüino.
El matrimonio de supervillanos bonairenses, en su afán de conservar “espacios de poder”, amenaza con drenar los superpoderes que le han permitido al Pingüino torcer el rumbo de la nave de la Patria hacia su Destino Manifiesto, hacia el puerto de la Dignidad Nacional y que le permiten mantener dicho curso ante mares bravíos y vientos de proa.
Pretenden enmarañar al Pingüino dentro de redes republicanas y federales. Procuran ahogar las sabias iniciativas del Ministerio de la Planificación y las elocuentes regurgitaciones. Los diputados y senadores de la nación ovina no dominan la Gran Estrategia necesaria para enfrentar las tempestades que se avecinan. La Comunidad Organizada no podría tolerar que las energías pastoriles se desgastaran en ridículas pullas.
Tampoco, por desgracia, podemos confiar en la probidad, honestidad e incorruptibilidad de los miembros del Congreso. Sólo el Pastor Pingüino y su círculo íntimo se haya más allá de toda sospecha, sólo ellos saben, pueden y deben conducir los destinos del Rebaño.
Contamos con un Pastor esclarecido, gran conductor y con Súper Lavagna. Si nos peleamos las ovejas, nos comen los lobos de afuera, que siguen merodeando y esperando otra oportunidad.
Tenemos que ayudar al Pingüino a dar la batalla cotidiana, para que no se rinda, para que siga luchando. Como dice Cristina Pingüina, debemos ser fanáticamente ovinos, apasionadamente ovinos. Él puede reposar, por momentos, porque sabe que lo acompaña el rebaño más valiente y más digno del mundo. Necesita nuestro apoyo para lograr la victoria sobre los intereses que perjudican el desarrollo de la Patria.
Recordemos que un Pastor sin superpoderes es como un empresariado nacional sin subsidios.
El matrimonio de supervillanos bonairenses, en su afán de conservar “espacios de poder”, amenaza con drenar los superpoderes que le han permitido al Pingüino torcer el rumbo de la nave de la Patria hacia su Destino Manifiesto, hacia el puerto de la Dignidad Nacional y que le permiten mantener dicho curso ante mares bravíos y vientos de proa.
Pretenden enmarañar al Pingüino dentro de redes republicanas y federales. Procuran ahogar las sabias iniciativas del Ministerio de la Planificación y las elocuentes regurgitaciones. Los diputados y senadores de la nación ovina no dominan la Gran Estrategia necesaria para enfrentar las tempestades que se avecinan. La Comunidad Organizada no podría tolerar que las energías pastoriles se desgastaran en ridículas pullas.
Tampoco, por desgracia, podemos confiar en la probidad, honestidad e incorruptibilidad de los miembros del Congreso. Sólo el Pastor Pingüino y su círculo íntimo se haya más allá de toda sospecha, sólo ellos saben, pueden y deben conducir los destinos del Rebaño.
Contamos con un Pastor esclarecido, gran conductor y con Súper Lavagna. Si nos peleamos las ovejas, nos comen los lobos de afuera, que siguen merodeando y esperando otra oportunidad.
Tenemos que ayudar al Pingüino a dar la batalla cotidiana, para que no se rinda, para que siga luchando. Como dice Cristina Pingüina, debemos ser fanáticamente ovinos, apasionadamente ovinos. Él puede reposar, por momentos, porque sabe que lo acompaña el rebaño más valiente y más digno del mundo. Necesita nuestro apoyo para lograr la victoria sobre los intereses que perjudican el desarrollo de la Patria.
Recordemos que un Pastor sin superpoderes es como un empresariado nacional sin subsidios.
