sábado, julio 01, 2006
La Dignidad Nacional no se negocia
Nuestro orgulloso y patriota canciller reaccionó con indignación ante la extensión unilateral de los permisos de pesca en Malvinas.
Los kelpers y sus amos de la pérfida Albión creyeron que nos íbamos a callar, que íbamos a reaccionar con la cabeza gacha.
¡No señor! ¡La Dignidad Nacional no se negocia!
El mundo entero escucha nuestras diatribas, escucha cómo la potencia pirata imperialista es humillada y debe soportar con impotencia la verdad ovina.
Todos los foros escuchan con atención nuestros reclamos justos y soberanos y que nos llevarán a la inevitable recuperación de nuestro archipiélago irredento.
Los kelpers y sus amos de la pérfida Albión creyeron que nos íbamos a callar, que íbamos a reaccionar con la cabeza gacha.
¡No señor! ¡La Dignidad Nacional no se negocia!
El mundo entero escucha nuestras diatribas, escucha cómo la potencia pirata imperialista es humillada y debe soportar con impotencia la verdad ovina.
Todos los foros escuchan con atención nuestros reclamos justos y soberanos y que nos llevarán a la inevitable recuperación de nuestro archipiélago irredento.