martes, junio 14, 2005

 

Gas para mañana, frío para pasado mañana

Desde esta incansable e incorruptible tribuna del ovejerismo queremos advertir a nuestros laboriosos funcionarios del enorme peligro que entraña una reciente iniciativa. El Ministerio de la Planificación, hito de la soberanía económica, planifica (para eso está) importar gas peruano a través de un gasoducto que atravesaría el territorio de nuestros inefables vecinos, los caínes trasandinos y némesis ovinos.

Reconocemos que la iniciativa nos permitiría satisfacer nuestros requerimientos de gas, quizás un tanto caro al Rebaño, pero subsidiado a las ovejas y a la Burguesía Nacional. A la vez, nuestras copiosas reservas seguirían a resguardo en las entrañas de la Patria, para ser utilizadas por las futuras generaciones.

Pero el riesgo es demasiado grande. Las dolorosas lecciones de la Segunda Década Infame parecen haber sido olvidadas. El gasoducto pasaría por el territorio de nuestro némesis. Los Caínes trasandinos se han caracterizado desde siempre por su falta de respeto a los compromisos firmados, por su irresponsabilidad, su naturaleza taimada y caprichosa, su egoísmo, su arrogancia y su envidia.

Sabemos que el día, más próximo de lo que imaginamos, en que su modelo de miseria y exclusión se derrumbe, o incluso antes, no trepidarán en cerrar el grifo fronterizo para proteger a sus corporaciones, a sus lujos y a los números de las encuestas de opinión. No tienen honor. Poco significan para ellos los acuerdos y los apretones de manos. Menos aún el tiritar de nuestros corderos, las fuentes de trabajo de nuestros taxistas a GNC, y nuestras renacientes industrias nacionales. Sus corazones son más fríos que nuestras altas cumbres y ni el mismo astro rey podría derretirlos. Cualquier excusa es buena para no cumplir con sus compromisos.

Hacemos una vez más un llamado a las autoridades, que nunca nos han fallado desde el comienzo de la Primavera de la Dignidad Nacional, para suspender la iniciativa de marras que tan desprotegido dejaría el vientre de la Patria ante nuestros notorios rivales de siempre. Contamos con la sabiduría de nuestro Pastor.

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